Seguimos con Frank, porque hizo unas cuantas cosas el hombre. Frank viene a ser como un Tom Petty (pero de la de geuze), cuando ves cualquier documental donde las grandes leyendas del rock hablan: todos lo conocen y estuvo en todos lados.
Además de iniciar Brouwerij Boon, Frank ya en 1975 viajó por gran parte del país en busca de cervezas especiales locales para armar una gama de productos en un mismo local comercial, idea que nadie había puesto en práctica antes. Las primeras Boon totalmente elaboradas in situ ven la luz en 1990. Por entonces, las witbier eran las cervezas más populares y debido a esta fama la Hoegaarden de Pierre Celis no llegaba a todos lados, por eso Frank funda junto a Paul Vanneste, De Gouden Boom en Brujas en 1983, cervecería que elabora Brugs Tarwebier y más tarde Brugse Tripel, pero en 1994 vende su participación para concentrarse en su propia cervecería.
A fines de los 90, juntos a otros cerveceros y blenders proponen para la Unión Europea la protección de los términos como Oude Geuze, Oude Kriek y Oude Lambic, lo que les asignó un etiquetado identificatorio especial. Luego, trabajan también para establecer HORAL (Consejo Superior de Cervezas Lambic Tradicionales, en castellano), un consorcio de trabajadores de las lambic que se encarga de promocionar la cultura de estos estilos en Bélgica.
Desde hace unos años también Boon forma parte de Belgian Family Brewers, la asociación que nuclea a las cervecerías belgas en manos de familias que siguen ininterrumpidamente la tradición.
Además, Frank es miembro de Ridderschap van de Roerstok der Brouwers (el gremio de cerveceros belgas) una asociación de trabajadores de la cerveza que data del siglo XIV, desde 1980 y “Gran maestro” de esta asociación desde 2016.
Hoy Brouwerij Boon, custodia más de 150 foeders de distintos orígenes, en su mayoría de vino con más de un millón de litros de lambic durmiendo hasta pasar a botellas, la reserva de lambic más grande del mundo. Muchas de sus geuze toman nombre de la numeración de esas inmensas barricas, por ejemplo Vat 69 fue su primer foeder y data de 1883, o Vat 44 el que usaron para celebrar la apertura de la nueva fábrica tres veces más grande que la anterior y totalmente diseñada para optimizar la elaboración de estos icónicos estilos. Cada Vat (barrica en flamenco) con una capacidad promedio de 8000 litros contiene una microflora específica con su “personalidad”, y todas son antiguas dado que las nuevas son muy altas en taninos para ser usadas.
Frank recomienda beber sus botellas en un período de 6 meses luego de embotelladas, y desde ahí tienen capacidad de guarda de 20 años, o más obviamente para quien sabe esperarlas.
En 2012, su hijo Jos, bioingeniero de base con especialización en maltería y cerveza por la universidad KU Leuven que tuvo además el honor de ser alumno de la última camada de estudiantes del legendario Profesor Freddy Delvaux, se unió al directorio de la cervecería y se convirtió en responsable de producción y tecnología. En 2017, su hijo Karel se sumó al equipo como responsable de marketing después de hacer sus pasantías nada más y nada menos que en Chimay. Sus otros hijos también trabajan regularmente para la cervecería: Jan en la parte informática y en manos de la joven Bertien la gráfica para la comunicación de la empresa.
Con esto no hay dudas de que hay un equipo para garantizar el futuro de Brouwerij Boon